martes, 19 de diciembre de 2006

Novedades ***

Aquella fotografía me hablaba a diario.
La había colocado en la mesilla, así, nada más despertar podía preguntarle las cosas que habían ocurrido en la vecindad. Porque ella no dormía y yo, afortunadamente, gozo de uno de los sueños más profundos. Así, un día cualquiera, nada más yo abrir los ojos le preguntaba al retrato por las novedades, ella me respondía: “Poca cosa Teresa, los vecinos de arriba hicieron el amor hasta las dos, ella parecía más excitada que otras veces, luego, sobre las tres y media pasó una ambulancia por la calle, pero la urgencia tuvo que ser muy retirada de aquí porque seguí oyéndola hasta casi Usera. Ah, el camión de la basura pasó algo más tarde y uno de los empleados se cagó en la madre que parió a alguien porque habían arrojado algo metálico al contenedor que casi se carga el motor que comprime la carga. También se oyó la puerta de la calle sobre las cinco, pero no pude saber quién era, aunque tú y yo lo suponemos, ¿verdad, Teresa?. Armando, el vecino de al lado no ha ido hoy a trabajar por la mañana, quizá haya cambiado el turno por la tarde. También he oído ruidos en el patio, yo que tú le comentaría al presidente de la comunidad que hay posibilidades de roedores y nada más que mencionar. Que tengas un buen día, Cariño”.
Gracias le respondo yo, y es que es tan útil un retrato que habla. Con las cosas que suelen pasar en el barrio por la noche. Cómo para perdérselas.


Teresa Rincón (Zaragoza)

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