martes, 19 de diciembre de 2006

Predicción *****

Aquel no iba a ser un día normal. Lo supe después del desayuno, en cuanto encendí en primer cigarrillo de la mañana. La luz que entraba por la ventana de la cocina reflejándose en los platos sucios, el olor a alquitrán de las obras de la calle, el sonido lejano de un sirena, incluso el reloj de la mesilla se había detenido en algunas tres y media. Aquello significaba algo. Demasiado silencio en el edificio para ser media mañana.
Todos sabemos cuando algo no va bien, cuando en el desorden de nuestros días lo más mínimo se ha movido hacia otro lado. Y aquel era uno de esos momentos, iba a ser un día de “esos”, diferente. Una llamada, una carta, una mala noticia en el telediario…
Me senté en el sillón, crucé las piernas y encendí el segundo cigarrillo. Me dispuse a no hacer nada en toda la jornada. Si algo grave acontecería: la culpa no sería mía.
Alberto Mañas. (Cáceres. España)
(1er. Premio Relato Verano Fundación d IV)

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